Charla dada viernes dos de junio, 2017, en la
oficina de la Defensoría del Pueblo, Panama. Gracias a mis
esposa, María del Rocío Grimaldo por ayúdame expresar mis
pensamientos en Español,por
supuesto, la responsabilidad por fallos que persistirán es
sólo mía.
Gracias a Ruling Barragán por su invitación.
Era mi intención hablar hoy como filósofo sobre los derechos
de los refugiados, pero después de los eventos de la semana
pasada, yo debo hablar no como filósofo pero como un Mancunio,
es decir un hijo de Manchester, ciudadano de una ciudad no
insignificante, en las palabras de San Pablo. Nosotros los de
Manchester decimos que “You can take the Mank out of
Manchester, but you can’t take Manchester out of the Mank.”
(Tu puedes sacar a un Mancunio fuera de Manchester, pero no es
posible quitarle Manchester a un Mancunio).
Manchester es una ciudad global, con perspectiva cosmopolita.
Nuestro canal no es igual a la canal de Panamá, pero es
suficiente para los buques trasatlánticos. Nosotros los
Mancunios estamos orgullosos de ser un hogar para refugiados e
inmigrantes. Pero cada virtud tiene su precio. Yo estaba
preparado para hablar sobre el riesgo de permitir el ingreso
de refugiados, pero no me imaginaba que ese precio es visible
en las fotos de las veinti dos victimas inocentes de esta
atrocidad.
Originalmente, mi intención era hablar sobre el libro Sobre
inmigración y refugiados escrito por Michael Dummett. No
es el momento por un discurso largo sobre esto libro,
solamente mencionaré dos principios fundamentales que el
propone, principios fundamentales para entender los derechos
de los refugiados.
El primer principio es que cada persona tiene el derecho de
ser un ciudadano de primera clase de algún lugar, que es el
derecho de vivir en un país en que su lenguaje, raíces,
religión y cultura no son despreciados. Estoy en desacuerdo
con Dummett sobre un punto importante. Para Dummett, para
proteger contra el abuso de las religiones, el estado deber
tener una ley contra blasfemia. Dummett no era tolerante del
libro Los Versos Satánicos, escrito por Salman
Rushdie, quien recibió una sentencia de muerte del Ayatola
Khomeini. Para mi es obvio que una ley contra la blasfemia es
un obstáculo a la discusión libre – el caso reciente del actor
Stephen Fry en Irlanda es un ejemplo. Pero la blasfemia no es
el asunto principal de esta charla, entonces solamente quiero
observar que, con esta excepción importante, estoy de acuerdo
con el derecho de vivir como ciudadano de primera clase, y,
como inmigrante a Panamá, yo debo aprovechar esta oportunidad
para dar gracias por los beneficios que he recibido aquí.
Por supuesto, es fácil decir que todos tienen el derecho
de ser ciudadanos de primera clase en un país, y que, cuando
su país natal no respeta sus derechos, cualquier persona tiene
el derecho de vivir en algún país. Pero - ¿Qué país? Por
cierto, el gobierno de cualquier país tiene obligaciones
solamente a los ciudadanos de este país - ¿no?
El segundo principio de Dummett es que los líderes políticos
tienen deberes no solamente para sus ciudadanos, pero para con
todo el mundo. Yo, como individuo, no debo ser egoísta. Si
nosotros formamos un equipo, no debemos ser egoístas juntos.
Yo, como individuo, tengo deberes a los otros, y nosotros como
colegas, o como una nación, tenemos deberes a los otros.
Obviamente, los lideres tienen unos deberes específicamente a
sus propios ciudadanos, incluyendo el deber de proteger su
nación. Pero además, la nación tiene deberes con otros,
incluyendo los refugiados.
En el caso de Gran Bretaña, especialmente de Manchester, hay
otro motivo, algo que yo aprendí cuando yo era niño. La causa
del poder y la riqueza de Gran Bretaña era nuestro Imperio,
que también era la causa original de tantos problemas del
Medio Oriente. Me acuerdo de uno de mis compañeros de escuela
preguntando al maestro “¿Por qué nos importa a nosotros los
pecados de nuestros antepasados?” El Maestro, el Sr. Gibson,
responde “¿De donde viene el dinero para construir este
edificio? Del comercio de algodón, cuando consideremos la
fuente ultima de nuestra riqueza, podemos decir que este
edificio fue construido sobre las espaldas de los esclavos.”
Otros países pueden decir “Eso no es mi problema”, pero
nosotros no. Tenemos una herencia de innovación, de libertad,
pero también de imperialismo.
Por supuesto, El Imperio Británico no es la única causa de
todos los problemas de nuestro mundo. Además no es una actitud
saludable de cualquier país decir “Nuestra situación es
totalmente la responsabilidad de los malditos extranjeros.”
Pero no es posible considerar la historia de inmigrantes a
Manchester sin considerar la herencia del Imperio.
¿Pero, que pasa cuando hay conflicto entre los derechos de los
refugiados y el deber del estado de proteger sus propios
ciudadanos?
Esta pregunta no es una acusación contra los refugiados. Si
las victimas de la peste quieren entrar a mi ciudad, yo debo
pensar sobre la salud de los ciudadanos, y la posibilidad de
infección. No es la culpa de las victimas que están enfermos e
infecciosos, pero hay un peligro. No es heroísmo verdadero
estar ciego a las consecuencias imprevistas de las buenas
acciones.
¿Pero cual es el riesgo? Para entender la conexión entre los
refugiados y el terrorismo yo estudio dos cosas. Naturalmente,
quiero estudiar el caso de Salman Abedi, el terrorista de
Manchester.
Una media verdad puede ser una
mentira peligrosa. La verdad raramente es pura y nunca
sencilla. En los sitios web de extrema derecha, por ejemplo el
sitio web Breitbart.com, puedes leer una narrativa sencilla y
seductiva sobre Salman Abedi. Según esa narrativa, se crio en
un ambiente de fundamentalismo, su papa era miembro de una
organización terrorista en Libia, y adorador devoto de la
Mezquita de Didsbury en Manchester, una Mezquita Salafista que
distribuye panfletos instigando a la violencia.
Yo
quiero demonstrar que, cuando tenemos la verdad
completa, descubrimos que la narrativa correcta es muy
diferente.
Yo no tengo información secreta, solamente tengo los
mismos periódicos, los mismos rumores y pistas que están
disponibles a todos. Pero usando esas fuentes es posible
deducir que la conducta de Salman Abedi encaja con un patrón
observable en la conducta de los otros terroristas islamistas.
Para entender el patrón yo estudio las obras del antropólogo
Scott Atran que es, en mi opinión, el principal experto en los
motivos de los terroristas islamistas en el siglo XXI. Su
articulo “Who
Becomes a Terrorist Today?” “¿Quien se convierte en
terrorista hoy?”, publicado en la revista especializada Perspectives
On Terrorism 2010, es prácticamente una predicción de
la vida y acciones de Salman Abedi.
Un hecho importante sobre Salman Abedi: Él no era un
inmigrante. El nació en Manchester, pero era hijo de un
refugiado, Ramadan Abedi. Ese es el patrón: la segunda
generación, los hijos y las hijas de los inmigrantes, tienen
una pérdida de identidad, un vacío, que los fundamentalistas
pueden llenar con su ideología de pureza. Para entender el
génesis del terrorismo, debemos entender la brecha entre el
padre y el hijo.
Ramadan Abedi, el padre, ingreso a Inglaterra en 1996. Según
su amigo, Akram Ramadan, Ramadan Abedi era apasionado
sobre la lucha contra el Coronel Gadafi, el dictador de Libia,
y patrocinador del terrorismo. Ramadan Abedi y Akram Ramadan
peleaban juntos contra Gadafi en el Libyan Islamic Fighting
Group o el Grupo Islámico Combatiente Libio (los llamare LIFG
de ahora en adelante por sus siglas en ingles). El objetivo de
LIFG es hacer que Libia sea Islámica otra vez, y es
considerado una organización terrorista por Estados Unidos
desde 2001. Pero no olviden que Gadafi era uno de los grandes
enemigos de Gran Britania y Estados Unidos en el año 1996. Hay
rumores de conexiones entre LIFG y el Servicio Secreto
Británico.
Según Mapping
Militant Organizations, de la Universidad de Stanford,
unos miembros de LIFG se convirtieronn a Al Qaida, pero la
organización tiene siempre una identidad distinta, y en 2009,
LIFG publico un código denunciando ataques contra los
inocentes. La mayoría de las actividades de LIFG eran
actividades contra las fuerzas armadas de Gadafi. Ramadan
Abedi regreso para pelear contra Gadafi en 2011, en los días
de la Primavera Árabe. El gobierno de Gadafi caía, pero sin
plan de crear un gobierno nuevo, el resultado fue caos. Barack
Obama dijo que esto fue su peor error. Ramadan Abedi siguió
viviendo en Libia, peleando por su visión del futuro de Libia.
Entonces, Ramadan Abedi no es hombre de paz. Él es guerrero,
peleo contra el dictador Gadafi. Él no peleaba por la
democracia y la libertad, pero por la restitución de la
monarquía y la ley Islámica. Pero, aparentemente, su reacción
inicial a las noticias sobre Salman Abedi fue conmoción e
incredulidad que su hijo fuera capaz de matar inocentes.
Lo más probable es que Ramadan Abedi sabía que su hijo estaba
involucrado con gente mala, y también su otro hijo Ismael, que
fue arrestado en Manchester. Cuando Salman estuvo en
Libia, Ramadan confisco su pasaporte, para prevenir que
su hijo regresara a Manchester. El sabía que algo andaba mal.
Pero cuando Salman dijo que su intención era ir a Meca en
peregrinaje, su padre le devolvió el pasaporte. En los últimos
momentos antes de la detonación en el Manchester Arena, Salman
llamo a su mama. Según
su hermana, Salman dijo que su motivo era venganza por
las acciones de Reino Unido y Estados Unidos en Siria.
Entonces, yo no creo que el padre tenía alguna idea de que el
hijo estaba organizando algo malo, pero yo creo que el hijo
estaba fuera del control del papa. La estrategia de los libios
de la generación de Ramadan era vivir en Inglaterra, con
seguridad y tranquilidad, un país amable a su causa, el
derrocamiento de Gadafi.
Podría parecer que mi única intención es absolver a los
refugiados como Ramadan Abedi en cualquier manera. Pero mi
intención es demonstrar el verdadero peligro.
Muchas veces yo leo sobre la posibilidad de que los refugiados
puedan ser miembros de Isis en disfraz. Esa es una
posibilidad, y sin duda, es importante estar vigilantes para
evitar ese problema. Pero, hasta ahora, no tenemos ejemplos de
eso. El peligro verdadero, el peligro que pasó en este caso, y
en otros también, es que en los 90’s un hombre entro a Gran
Bretaña, un hombre buscando refugio de un dictador, un hombre
con ninguna intención de atacar Gran Bretaña. Pero, muchos
años después, su hijo, hijo nacido en Manchester, se convirtió
en un terrorista.
Es posible interrogar a un refugiado para verificar que él no
es miembro de ISIS: todos somos responsables de nuestro
pasado. Pero nadie puede ser responsable por los actos que sus
hijos no nacidos, niños no concebidos, pueden hacer en veinte
años.
El problema es problema de integración, y es un fracaso del
multiculturalismo.
Es obvio que una ciudad como Manchester o Londres, de hecho
una ciudad como Panamá, necesita una forma del
multiculturalismo. Tenemos culturas diferentes, es un hecho.
Es necesario descubrir un método para vivir en paz. Yo, como
profesor, tengo un compromiso de enseñar clases
multiculturales. Pero, para lograr el objetivo de la paz, es
necesario mucho más que las intenciones buenas. El fracaso es
el fracaso de un sistema de multiculturalismo específico a
Gran Bretaña, un sistema que es parte de la herencia imperial.
El sistema del patrocinio era esencial para el funcionamiento
del Imperio. En India, los británicos aplican El Código de
Manu para los hindús, y Sharia para los Musulmanes, buscando
el consejo de los líderes de cada comunidad, y dando
incentivos a las comunidades leales y cooperativas. Por
ejemplo, el reglamento de transito exige el uso de cascos por
los motociclistas, con una excepción. El uso de casco es
opcional si su apellido es Singh. La comunidad Sij es
considerada una comunidad leal y obediente, entonces, es un
privilegio, para respetar su religión. (Hay al menos un caso
de un hombre que no quiso usar el casco, y que cambio su
apellido). Hay escuelas judías, católicas, anglicanas y
musulmanes recibiendo dinero del gobierno. Pero no es el
derecho de cualquier escuela recibir dinero, es un privilegio
para las comunidades obedientes, y aceptando dinero del
gobierno significa aceptar control del gobierno también. Es un
ejemplo de una expresión que tenemos en Gran Bretaña: el que
paga al flautista decide la tonada. Lo que se espera es que
los lideres e instituciones religiosas funcionen como
intermediarios entre las comunidades y el
gobierno.
Según Dr. Sadek Hamid, experto en las comunidades musulmanas
en Gran Bretaña, hay dos momentos claves importantes para los
musulmanes en mi país.
1. El caso de Rushdie, al final de los 80’s,
produjo una generación de musulmanes jóvenes con un gran
sentido de identidad musulmana.
2. La bomba de Londres, en 2005, fue un gran
choque, e impulso a las organizaciones musulmanas para mejorar
su forma de actuar.
Las mezquitas de Manchester están construyendo activamente
vínculos con otras comunidades. Se han negado a sepultar a
terroristas, una acción que tiene un gran valor simbólico. Hay
otras acciones que no son solamente simbólicas, por ejemplo,
muchísimo antes de este ataque, miembros de la comunidad
musulmán reportaron varias veces a Salman Abedi a las
autoridades. Abrirán una investigación oficial para entender
porque la unidad antiterrorista de la policía de Manchester no
tiene mas información sobre el. Posiblemente fue un fracaso de
burocracia. Es importante entender que el servicio secreto
tiene una lista de 20,000 personas de interés, pero solo
recursos suficiente para seguir los movimientos de solamente
3000. El servicio secreto esta reclutando mas agentes,
pero lleva tiempo entrenarlos.
Naturalmente, el Didsbury Mosque, La mezquita en la que rezaba
Salman Abedi, se ha convertido en un centro de atención. Es
una mezquita Salafista, y unos de los miembros del Consejo
Administrativo de esta mezquita tienen conexiones con La
Hermandad Musulmán. Hay acusaciones de que la mezquita estaba
distribuyendo panfletos instigando al yihad.
Este consejo administrativo admite que tiene mucho que
aprender. Salman Abedi había sido denunciado a las autoridades
por Musulmanes, pero no por oficiales de la Mezquita.
Pero según
Akram Ramadan (el amigo de Ramadan Abedi), Salman Abedi
fue expulsado de la mezquita después de una discusión publica
con un imam que predico un sermón contra la violencia.
Hay otros que reportan que la discusión entre Salman y el imam
era sobre yihad. La mezquita admite que panfletos instigando
violencia eran distribuidos afuera de la mezquita, pero no
eran distribuidos por oficiales de la mezquita. Según Scott
Atran, si el yihadismo es un virus, Salafismo es el huésped.
El huésped es, muchas veces, la primera víctima. No debemos
olvidar que ‘Salafismo’ es un término amplio – piensen en la
variedad de iglesias que se llaman ‘evangélicas,’ y Atran uso
la analogía de la relación entre el movimiento de supremacía
blanco y el fundamentalismo cristiano en Estados Unidos. La
mayoría de los cristianos fundamentalistas rechazan el
movimiento de supremacía blanco, pero todavía, el mejor lugar
para reclutamiento puede ser las iglesias evangélicas. La
estrategia típica de los yihadistas es pescar a jóvenes
crédulos cerca de las mezquitas Salafistas. Expulsión de una
mezquita es una señal de radicalización.
El miedo que muchos tienen es que las mezquitas ingleses están
llenas de predicadores provocando violencia. Yo no puede negar
esa posibilidad, pero en años recientes, las mezquitas están
más cuidadosas que en el pasado. El peligro más importante es
cuando el predicador en la mezquita enseña la paz, pero
alguien está susurrando un mensaje diferente a su vecino.
Una de los victimas del Salman Abedi era un musulmán, hijo de
un refugiado. Los sobrevivientes de este ataque en Manchester
recibieron tratamiento de médicos musulmanes. Los musulmanes
desempeñan un papel importante en el mundo de negocios en
Manchester. Las mezquitas son instituciones públicas
comprometidas con la tranquilidad de todos. La gran virtud del
multiculturalismo británico es cooperar con tales
instituciones, pero el gran defecto es que los jóvenes se
están alienando de sus propias instituciones. Las palabras de
una ganadora de premio Nobel toman un tono oscuro: “Vuestros
hijos e hijas están más allá de vuestro dominio porque los
tiempos están cambiando.” El padre, Ramadan Abedi, estaba
peleando por Libia. El hijo, Salman Abedi, como otros hijos de
refugiados, era, en su corazón, ni libio ni Ingles. El
descubre una nueva identidad, como musulmán unido con los
verdaderos musulmanes, los yihadistas, en todo el mundo,
muriendo (según su hermana) no por los libios, pero por su
familia espiritual en Siria. La Religión tiene el poder de
crear el sentido de ser parte de una familia global, con actos
de compromiso que son demonstraciones de fe. Scott Atran cree,
y yo estoy de acuerdo, que no seria posible derrotar el
fundamentalismo sin un compromiso igual con nuestros valores,
y no puedo negar que, en Gran Bretaña, hay una crisis de
valores y de identidad en este momento. Pero yo no dudo que
los valores de Manchester incluyen la aspiración a ser una
ciudad internacional, una ciudad en la que es posible para los
refugiados auténticos construir una vida nueva.
En resumen, el ingreso de los refugiados crea un problema, la
posibilidad de una generación perdida sin sentido de
identidad. Tenemos ese problema a pesar de los esfuerzos de
los líderes musulmanas en Inglaterra, y los esfuerzos de la
policía y otros defensores de la ley. Los yihadistas son una
minoría, pero sabemos que un terrorista puede causar daño
horrible al tejido social.
Para finalizar con una nota de esperanza, yo quiero mencionar
la iniciativa del Papa Francisco. La importancia de su
iniciativa no es el número de refugiados, pero el modelo de
integración. Los críticos preguntan por qué cada edificio del
Vaticano no esta lleno de refugiados si el Papa tiene tal gran
preocupación por su situación. Pero su idea era que cada
comunidad Católica puede acoger a una familia de refugiados,
como ejemplo a las otras comunidades: un edificio puede ser un
dormitorio para cien refugiados, pero una comunidad puede
ofrecer un hogar para una familia – no solamente pan y agua,
pero conexiones humanas.
La comunidad Católica en Inglaterra incluye muchos
inmigrantes, o descendientes de inmigrantes de Irlanda. Hay
más de 4 millones de católicos en el Reino Unido. Sin embargo,
hay un ambiente de desconfianza hacia ellos por
incidentes del pasado. Por ejemplo, en el siglo 17 un grupo de
católicos intento derrocar al rey en lo que se llamo la
conspiración de la pólvora, y luego mas recientemente los
actos de terroristas irlandeses de hace unos anos.
La parroquia de Saint Mónica en Flixton (barrio de Manchester)
le
está dando un hogar a una familia de Siria, uno de los
primeros frutos de la iniciativa del Papa Francisco.
Cada acto de buena voluntad tiene su precio, y cada iniciativa
como esta tiene su riesgo, pero también, hay esperanza.
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